Sobre el tabaco y los implantes dentales


Cada año se producen en nuestro país más de 160 muertes relacionadas con el consumo activo o pasivo de tabaco. Como si se estrellara un avión a diario. Se estima que la vida media de un fumador es 10 años más corta que la de las personas no fumadoras. En el caso que nos ocupa, un fumador tiene tres veces más riesgo de perder un implante dental que quienes no lo son.

Los pacientes fumadores tienen los siguientes problemas que interfieren con el buen resultado de la cirugía de implantes:

Peor capacidad de resistencia a la infección y reducción de la capacidad de cicatrización de todos los tejidos (hueso y encía)

Reducción de la absorción de calcio, componente fundamental del hueso.

Reducción de la circulación de sangre en los pequeños vasos sanguíneos del hueso, por aumento de la resistencia a la circulación y aumento de la función plaquetaria (trombosis).

Inhibición de la proliferación (multiplicación) de las células que formarán el tejido que debe sujetar el implante.

Alteraciones en el funcionamiento de las células del hueso que contribuyen a la formación de este (osteoblastos).

La actuación conjunta de todos estos factores hace que sea más difícil la cicatrización del implante en las primeras semanas. Aumenta la inflamación de los tejidos y también la pérdida de hueso alrededor del implante. Y también hacen que sea más fácil perderlo una vez cicatrizado, por empeoramiento del soporte periimplantario (tejidos alrededor del implante). Estos perjuicios son evidentes incluso con cantidades pequeñas de consumo (por ejemplo: fumar 5 cigarrillos al día durante 20 años ya incrementa el riesgo de pérdida del implante).

El paciente que va a someterse a un tratamiento tan complejo clinicamente hablando y  caro en términos económicos, debe tomar conciencia de su papel en la buena evolución del tratamiento y dejar de fumar si es posible, por completo. Como mínimo, debería suspenderse el hábito desde 1 semana antes de la cirugía hasta 8 semanas después. Además de un cierto beneficio en la salud de los implantes y de la boca en general, obtendrá numerosos beneficios para el resto de su salud e incluso beneficios económicos. En un año tras dejar de fumar, una persona que fume 1 paquete al día ahorra una media de 1400 euros: dinero más que suficiente para financiar un implante que le durará muchísimos años.

Es necesario en muchas ocasiones buscar ayuda para lograr el cese exitoso del hábito. Nuestro sistema de salud dispone de unidades de tabaquismo. Existen medicamentos y otros tratamientos que pueden ayudar. Y también la tecnología puede proporcionar recursos en un camino que es duro: hay una serie de apps y otros recursos electrónicos que mantienen al paciente informado del camino recorrido y los beneficios ya obtenidos con su esfuerzo.

Más información:

The effect of cigarette smoking habits on the outcome of dental implant treatment
Effects of smoking in the survival of dental implants
Long-term implant success at the Academy for Oral Implantology: 8-year follow-up and risk factor analysis

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