La expansión del uso de implantes dentales ha puesto en manos de los profesionales de la cirugía oral una herramienta poderosa que permite resolver las pérdidas de dientes naturales con grandes resultados funcionales y estéticos. Pero ¿qué pasa cuando el problema es un diente que aún está en boca aunque no en buenas condiciones? ¿Merece la pena arreglarlo «con lo bien que van los implantes»?
Desde la aparición de la prótesis implantosoportada parece haberse extendido una corriente según la cual las endodoncias son tratamientos con un índice de fracasos elevado y por tanto no merece la pena intentarlo. Es frecuente que aparezcan en las consultas pacientes que motu proprio o aconsejados inadecuadamente por otro profesional desean la exodoncia de una pieza y su sustitución por un implante y su corona, descartando la posibilidad de tratar el diente de forma conservadora. Incluso en los congresos de implantología se tiende a fomentar este tipo de mensaje. La presión de los fabricantes de implantes no es ajena a este fenómeno. Algunos análisis que tratan de evaluar la calidad de las publicaciones sobre los resultados de los implantes han revelado que muchos de esos estudios están patrocinados por marcas y en ellos se tiende a sobreestimar el éxito de este tipo de solución.
Sin embargo, ni la endodoncia es un tratamiento condenado al fracaso con tanta frecuencia como se piensa, ni los implantes son la solución para todos los casos, aunque globalmente se les atribuya un éxito cercano al 98%. Corresponde pues a los profesionales implicados (odontólogo o endodoncista y cirujano) asesorar al paciente sobre la opción más conveniente en su caso concreto atendiendo a una serie de factores, algunos propios del paciente y otros dependientes de las circunstancias clínicas.
¿En qué casos es más prudente tratar de conservar el diente y en cuales es aconsejable sustituirlo? En un principio siempre que sea posible conservar un diente natural se debe tratar de hacerlo. El diente natural tiene ventajas respecto al implante en cuanto a su relación con el hueso que lo rodea, resistencia a factores de agresión (tabaco, bruxismo) y además evita una intervención quirúrgica.
Factores que indican un mal pronóstico del tratamiento conservador y que en consecuencia hacen más aconsejable la extracción y sustitución por un implante:
✓Movilidad del diente: aunque la realización de una endodoncia puede reducir la movilidad de una pieza dental, si dicho diente tiene una movilidad acusada no será suficiente para evitar la pérdida del mismo.
✓Pérdida de tejido óseo alrededor del diente, sea cerca de la corona o en el ápice (raíz) del mismo. (lesión periodontal o quiste)
✓Presencia de fístulas asociadas al diente, bien hacia la encía o hacia el seno maxilar.
✓Fractura de la corona por debajo del nivel de la encía: la posibilidad de hacer una restauración correcta de la corona del diente condiciona también la posibilidad de salvarlo.
✓Imposibilidad de acceder al ápice (punta de la raíz) cuando se está realizando la endodoncia: si no es posible acceder al ápice, las posibilidades de que la endodoncia sea exitosa se reducen de un 90% a un 50% aproximadamente.
Factores que aconsejan intentar un tratamiento conservador del diente dañado:
✓Pacientes en los cuales se dan factores de riesgo que pueden reducir el índice de éxito de los implantes: fumadores, pacientes medicados con bifosfonatos, parafunciones severas, mala higiene en paciente poco cumplidor…
✓Pacientes en los cuales el hueso disponible es escaso o hay dificultades técnicas, como por ejemplo dientes del frente anterior (incisivos centrales y laterales) por las implicaciones estéticas que puede tener un mal resultado de un implante y por la escasa distancia disponible entre un diente y otro que puede dificultar la colocación del implante.
✓Dientes que son pilar de una prótesis fija: en este caso, perder un diente supone en la práctica perder las coronas que dependen de su soporte, de modo que salvo que el paciente tenga muy claro que desea prescindir de la prótesis se debe intentar salvar ese diente.
✓Escaso espacio protésico o dificultades previsibles para rehabilitar el implante: la colocación de un implante dental tiene como objetivo poder colocar sobre el mismo una corona. Si es posible colocar el implante, pero por escasez del espacio entre las arcadas u otros factores no va a ser posible colocarle una corona, está contraindicado poner ese implante.
✓Factores económicos del paciente: cuando se utilizan materiales de buena calidad, la solución implantológica siempre será más cara que la endodoncia del diente y su restauración protésica.
Nota: en nuestra consulta realizamos solamente tratamientos quirúrgicos, pero siempre trabajamos en coordinación con nuestros odontólogos colaboradores para resolver estas situaciones de la forma más favorable para el paciente.
Más información:
http://www.gacetadental.com/2011/09/endodoncia-o-implantes-un-dilema-sin-resolver-25777/
http://www.theendoblog.com/2012/06/root-canals-and-dental-implants-rest-of.html
http://epublications.marquette.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1181&context=theses_open
También en nuestra página profesional puede obtener más información sobre implantes.